¿Demasiada proteína daña los riñones?

En el campo del fitness, y en especial para quienes entrenan en el gimnasio, las proteínas juegan un papel fundamental en la nutrición. Si queremos mejorar nuestro físico, sabemos que necesitamos consumir más proteínas que la media de una persona sedentaria o poco activa. Probablemente también lo hayas escuchado o lo hayas leído en algún artículo, y es información más que sensata cuando se trata de aumentar masa muscular o reducir masa grasa.

Sin embargo, existen preocupaciones sobre el hecho de que una dieta rica en proteínas pueda causar daño a nuestros riñones: apuesto a que también le han dicho eso. Pero, ¿es realmente así?

Algunos estudios sugieren que el cambio en la función renal inducido por el aumento de la ingesta de proteínas es un mecanismo de adaptación normal que se produce en respuesta a diversas condiciones fisiológicas, pero permanece dentro de los límites funcionales de un riñón sano.

Ciertamente, puede ser apropiado reducir la ingesta de proteínas en casos de enfermedad renal existente, pero no se han encontrado pruebas sólidas de que la ingesta alta de proteínas dañe la función renal en individuos sanos.

Deportistas e individuos sanos

Como se ha mencionado, por lo tanto, hasta el momento no se han encontrado vínculos entre la ingesta de proteínas y la reducción de la función renal, excepto en individuos que ya tienen riesgo de padecer dichas patologías por otras causas (obesidad, hipertensión…).

Los atletas, particularmente en deportes de fuerza y ​​potencia, consumen muchas proteínas, incluso más de 2 g/kg (2 gramos por kilogramo corporal). La suplementación con aminoácidos también aumenta aún más los niveles de proteína en estos individuos. A pesar de estas suposiciones, no hay evidencia de que tengan un mayor riesgo de enfermedad o problemas renales. Por lo tanto, no hay datos en la literatura científica que relacionen una ingesta alta de proteínas con un mayor riesgo de enfermedad renal en hombres y mujeres sanos y físicamente activos.

Un aporte proteico correcto, en deportistas y personas que practican actividad física varias veces a la semana, se ha estimado entre 1,6g y 2,2g por kilogramo de peso corporal: para muchas personas estos valores significan demasiada proteína, pero solo porque no han sido educados sobre una alimentación saludable relacionada con su grado de actividad física. Sin embargo, hay muchos factores a considerar que pueden fluctuar aún más estos valores.

Proteínas y cálculos renales

Las dietas ricas en proteínas a menudo también han sido acusadas de aumentar el riesgo de cálculos renales. No es solo su plan de comidas lo que puede afectar la creación de piedras; más bien la causa debe buscarse en otras anormalidades metabólicas o genéticas del individuo.

Algunas investigaciones sugieren que la persona debe tener un historial de disfunción metabólica antes de que la ingesta alta de proteínas tenga alguna relación con la formación de cálculos.

Sin embargo, hasta la fecha, no hay evidencia de que un plan de alimentación rico en proteínas esté asociado con un mayor riesgo de desarrollar cálculos renales.

Conclusiones

Aunque el consumo excesivo de proteínas sigue siendo un área a estudiar y controlar en personas con problemas renales ya presentes, por el momento no hay investigaciones significativas en la literatura científica que demuestren algún vínculo entre la ingesta de proteínas y la aparición de la enfermedad renal en individuos sanos.

En este artículo hemos recopilado más de 30 referencias a la investigación científica de los últimos años y todas ellas indican una sola cosa: en individuos sanos, una ingesta elevada de proteínas no es perjudicial para los riñones.

Seguro que estudios posteriores aclararán aún más las últimas dudas. Pero por el momento no hay evidencia que garantice reglas firmes que indiquen reducir la ingesta de proteínas en individuos sanos para preservar la función renal. No obstante, conviene recordar seguir una dieta sana, equilibrada y equilibrada, libre de excesos de cualquier tipo.