Qué es la meditación caminando (y por qué realmente puede ayudarte)

Si nunca encuentra el tiempo para tomarse un momento para meditar o le resulta difícil quedarse quieto por mucho tiempo, la meditación caminando podría ser el avance que ha estado esperando La última vez que estaba caminando solo, ya sea la caminata entre el automóvil y la oficina o tal vez un paseo por el parque con el perro, ¿en qué estabas pensando realmente? ¿Eras consciente de tu entorno o tu mente perseguía un pensamiento tras otro, tanto que en tu escritorio te preguntaste cómo llegué aquí? Si te encuentras en este escenario, no te preocupes, es normal: cuando estamos al aire libre, es normal que nuestras piernas se muevan automáticamente mientras nuestra atención está en otra parte. Allí meditación caminando realmente sirve para volver a sincronizar el cuerpo y la mente mientras estamos alrededor trayendo una nueva conciencia.

¿Qué es la meditación caminando?

Contrariamente a lo que podría pensar, no necesita configuraciones especiales ni inversiones costosas para comenzar a meditar. Estamos acostumbrados a imaginar la práctica de la meditación como un momento de total tranquilidad, sentados en uno de esos cojines de yoga con incienso encendido al lado, pero lo cierto es que también es posible meditar caminando, practicando la meditación caminando, o en movimiento Esto lo hace particularmente adecuado para principiantes y para aquellos con poco tiempo: caminar es una parte familiar de nuestra experiencia diaria, y es una actividad muy espontánea y naturalideal para acercarse a la práctica de la meditación – además combina los beneficios de la meditación con los del ejercicio físico como caminar, que también puede ayudar a mantener el peso bajo control.

Cómo practicar la meditación caminando

En el momento en que salimos por la puerta, nuestras mentes a menudo comienzan a divagar, perdiéndose en las miles de cosas en nuestra lista de tareas pendientes, recordando algo que acaba de suceder o preocupándonos por si pagamos la multa de estacionamiento que recibimos la semana pasada. Es normal, como es normal las primeras veces puede que le resulte difícil meditar mientras camina, porque tu mente tenderá a divagar. Pero no te preocupes, solo un poco de práctica y algunos consejos. Además, esta práctica es ideal para empezar con la llegada del verano, quizás en un programa de desintoxicación física y mental.

Elige un lugar donde te sientas cómodo

Encuentre un lugar donde pueda caminar despacio sin obstáculos ni peligros. Lo ideal es un lugar tranquilo y sin tráfico: si estás caminando en un espacio público, siempre presta atención a lo que sucede a tu alrededor y no te pongas en situaciones peligrosas.

hacer ejercicio en el interior puede ser una buena opción ya que puedes concentrarte en la atención plena y la meditación, sin distraerte con tu entorno.

No lo pospongas y tírate

Después de encontrar el lugar correcto, comience cada sesión con un poco de rutina, que le ayuda a entrar en el estado de ánimo adecuado. Tómese un minuto para respirar profundamente y cambiar toda su atención a su cuerpo. Siente la estabilidad del suelo bajo tus pies, Sé consciente de las sensaciones que experimentas dentro de tu cuerpo. y también toma nota de tus pensamientos y emociones. Después de esta primera introspección, comienza a caminar lentamente. En la meditación caminando, enfoca tu atención en el movimiento de tus pies y piernas, y en tu cuerpo mientras caminas. Trate de caminar despacio y con cuidado en círculos o de un lado a otro. Sea lo más consciente posible de la posición de sus pies y de las sensaciones que surgen de ellos. Comience con sesiones cortas, de unos 10 minutos de duración.tan concentrado como puedas mantener. Siempre puedes tomar un descanso y estirarte si sientes la necesidad.

ser consciente

Mientras observa neutralmente (¡sin juicios!) las diversas sensaciones físicas que surgen mientras camina, también observe sus propios sentimientos, pensamientos y estados de ánimo. No hay necesidad de hacer una lista o hacer un juicio, simplemente observe estos eventos mentales a medida que ocurren, luego regrese a la caminata. Trate de no ser rígido o mecánico, muévete naturalmente y sentir el bienestar que conlleva.

Comprueba tu velocidad y postura

El ritmo de la meditación caminando varía de lento a extremadamente lento, pero nunca es rápido. Deje que sus manos y brazos se balanceen libremente a los costados, manténgalos detrás de la espalda y relaje los músculos de las piernas.

Camina con compostura, manteniendo el cuerpo recto, pero nunca rígido. Al principio parece desafiante y agotador, pero con un poco de práctica será completamente natural asumir esta posición.

Los beneficios de la meditación caminando

La meditación caminando es una buena práctica tanto para principiantes como para más experimentados y empieza a aportar beneficios desde los primeros paseos, aumentando el bienestar, la capacidad de introspección y aportando nueva conciencia. También ayuda a sentirse menos distraído por pensamientos y te permite disfrutar más del paseo; pero los beneficios son mucho más, tanto emocional como físicamente. Primero, la meditación caminando hace que la sangre circule si hemos estado sentados durante mucho tiempo después de un día en la oficina y puede ser fácilmente integrado en nuestros programas ya que caminar es algo que la mayoría de nosotros hacemos todos los días. Muchos estudios informan que meditar 10 minutos al día tiene enormes beneficios en nuestro equilibrio psicofísico: si necesita tomar un descanso del estrés diario o desea combinar una práctica para mejorar el bienestar físico y mental, la meditación caminando es una práctica para probar absolutamente.