Encontrar el equilibrio entre cuerpo y mente es posible gracias al Yin yoga, una disciplina fundamental para la saludyoga yin es una disciplina aún poco conocida, pero que podría ser fundamental para tu salud. De hecho, actúa sobre el cuerpo y la mente, ayudándote a conseguir un equilibrio psicofísico. Algunos ejercicios son similares a los de otras variantes del yoga, pero el Yin yoga se distingue por ser muy tranquilo y meditativo. De hecho, está inspirado en el Concepto taoísta de «Yin y Yang» y la necesidad de lograr el equilibrio adecuado entre las fuerzas opuestas y complementarias de la naturaleza. El objetivo es lograr otro grado de relajación, pero también dar fuerza a los que la practican. ¿El resultado final? Músculos fuertes, mente libre de pensamientos y articulaciones más flexibles.
¿Qué es el yoga Yin?
Nacido en los años setenta, el Yin yoga fue diseñado por Paul Zinkfamoso campeón de artes marciales. La disciplina, practicada inicialmente por unos pocos, se hizo muy famosa a finales de la década de 1980 gracias a Paul Grilley, un profesor de yoga estadounidense. Disciplina incluye ejercicios simples, pero con gran eficacia, capaz de actuar sobre el cuerpo y la mente. De hecho, estimulan la energía vital, relajan el cuerpo y ayudan a controlar las emociones. Yin yoga se inspira en el concepto taoísta según el cual existen dos fuerzas en la naturaleza que son a la vez complementarias y opuestas: Yin y Yang. Esta dualidad también está presente en el cuerpo humano. Por ejemplo, los músculos, que son elásticos, representan Yang, mientras que los ligamentos, que parecen más rígidos, se relacionan con Yin. El propósito de la disciplina es relaja tus músculos Y estimular el tejido conectivo, haciendo que la persona realice una especie de estiramiento pasivo, gracias a la respiración profunda. La peculiaridad también radica en que cada posición debe mantenerse durante al menos cinco minutos, lo que garantiza una relajación de alta intensidad.
Los principales beneficios
Yin yoga, como ya se mencionó, tiene muchos beneficios para el cuerpo y la mente. Ayuda ante todo fortalecer los músculos, mejorando el funcionamiento de tendones y ligamentos, ya que las posiciones deben mantenerse durante un tiempo bastante prolongado. Durante las lecciones, se invita a la persona a realizar secuencias específicas de ejercicios que tienen como objetivo estimular los canales de energía llamados meridianos. Los resultados también afectan a la mente, porque te enfocas en tu cuerpo, redescubriendo el contacto con tus músculos. Cabe recalcar que esta práctica no esculpe el cuerpo, pero te permite prevenir lesiones y dolor, favorece la movilidad articular, flexibiliza mucho el cuerpo y relaja profundamente la mente. No es casualidad que el Yin yoga se recomiende para quienes quieren iniciarse en la práctica de la meditación.
Cómo empezar a practicar Yin yoga
El yin yoga se puede practicar todos los días, tanto por la mañana, antes de ir al trabajo para encontrar la concentración adecuada, como por la noche, para borrar el cansancio, quitar el estrés y dormir mejor. La disciplina es perfecto a cualquier edad sin límite y está recomendado para personas con un estilo de vida sedentario. Las posiciones son posibles correr en casa, pero para aprender siempre es mejor empezar a tomar algunas clases en una escuela de yoga. De hecho, el Yin yoga se adapta a las necesidades individuales. Partiendo del principio de que cada cuerpo reacciona de manera diferente a los estímulos externos, las posiciones deben adaptarse según las necesidades de cada uno: esto se puede hacer trabajando con un maestro de yoga y siguiendo sus instrucciones.
Las posiciones del Yin yoga
Esta disciplina trabaja sobre cartílagos, tendones y ligamentos, estimulando así todo tipo de tejido conectivo. La mayoría de los puestos se ocupan de acostado o sentado, estimulando la zona entre las rodillas y la columna torácica. Al mismo tiempo, ellos liberan la mente, quitando el estrés. El objetivo es desplazar la atención hacia el interior, alcanzando una dimensión introspectiva, pero también cargar los meridianos que atraviesan el cuerpo. Varias posiciones de Yin yoga están inspiradas en algunos asanas del Hatha yoga, pero tienen diferentes nombres. Las posiciones van sostenido por lo menos 3-5 minutos, llegando gradualmente a 12 minutos y más cuando se ha logrado un buen nivel de práctica. La salida de cada asana debe ser paulatina y muy lenta, seguida de una recuperación que se realiza en posiciones de compensación. Como permaneces en la misma posición durante mucho tiempo, es normal sentirte entumecido después de terminar una asana. Esta es una consecuencia completamente normal, que se siente sobre todo durante las posiciones neutrales que se deben realizar entre una asana y otra. En general, hay dos principios a respetar:
- Elige la intensidad adecuada – cuando haces un ejercicio nunca debes llegar a sentir dolor, por lo tanto debes aprender a respetar tus límites, escuchar a tu cuerpo y encontrar la intensidad adecuada;
- Quédate quietoi – una vez que hayas encontrado la posición, quédate quieto, disfrutando de las sensaciones que te ofrece el Yin yoga.