15 consejos para no desperdiciar la comida

En todo el mundo, se pierden o desperdician toneladas de alimentos todos los días. Solo entre la cosecha y la venta al por menor, se pierde alrededor del 14% de todos los alimentos producidos a nivel mundial. También se desperdician enormes cantidades de alimentos a nivel minorista o de consumo.

Para muchas personas en todo el mundo, desperdiciar alimentos se ha convertido en un hábito: comprar más alimentos de los que necesitamos en los mercados, dejar que las frutas y verduras se echen a perder en casa o comprar cantidades superiores a las que realmente necesitamos.

Estos hábitos agotan nuestros recursos naturales y dañan nuestro medio ambiente. Cuando desperdiciamos alimentos, desperdiciamos trabajo, esfuerzo, inversiones y recursos valiosos (como agua, semillas, alimentos, etc.) que se necesitan para producirlos, sin mencionar los recursos que se necesitan para transportarlos y procesarlos. En resumen, el desperdicio de alimentos aumenta las emisiones de gases de efecto invernadero y contribuye al cambio climático.

No solo eso, reducir el desperdicio de alimentos es esencial en un mundo donde millones de personas pasan hambre todos los días. Cuando reducimos los desechos, respetamos el hecho de que la comida no es algo que millones de personas den por sentado.

¡Debemos actuar!

La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) ha publicado sus directrices oficiales que nos muestran el camino a seguir para reducir estos residuos y reducir su impacto ambiental.

1. Sigue una dieta más sana y sostenible

La vida diaria es muy agitada y parece imposible poder seguir una dieta saludable. Nada más malo. Seguir un plan de alimentación saludable no es nada complicado y no requiere recetas especialmente elaboradas. En nuestro sitio, como en muchos otros, puedes encontrar muchas ideas útiles, ¡así que no hay excusas!

2. Compra SOLO lo que realmente necesitas

¿Cuántas veces vamos al supermercado a comprar unas cuantas cosas y acabamos con el carrito lleno? Esto no debe suceder. Tratamos de planificar nuestras comidas para no hacer compras impulsadas por el impulso emocional del momento. Así ahorraremos dinero y reduciremos el desperdicio de alimentos.

3. Compra frutas y verduras aunque no sean bonitas

¡No basamos nuestras elecciones solo en la estética! Las frutas y verduras pueden no tener siempre una estética impecable pero su sabor no cambia y tampoco sus propiedades nutricionales. En el peor de los casos podemos utilizarlos para preparar algo cocido o en algún puré/batido. ¡De lo contrario, todos estos alimentos terminarán desperdiciados y tirados!

4. Almacene los alimentos de la manera correcta

En el frigorífico y en la despensa, por ejemplo, ponemos los alimentos con fechas de caducidad más largas en la parte inferior y mantenemos en primer plano los que se van a consumir más rápidamente. El uso de tupperware que restringe la circulación de aire es otra excelente manera de prolongar la vida útil de algunos alimentos. Muchos frigoríficos de nueva generación cuentan con excelentes recipientes para frutas y verduras que realmente alargan su conservación. Todo esto nos permitirá conservar los alimentos durante más tiempo y no tener que tirarlos.

5. Revisa y conoce las etiquetas

Hablando de la fecha de caducidad, hay una gran diferencia entre "usar preferentemente antes del día X" y "utilizar preferentemente antes del día X". De hecho, estos últimos alimentos deben consumirse estrictamente en una fecha determinada. Los demás, en cambio, también se pueden consumir más tarde.

También verificamos los ingredientes y los valores nutricionales para limitar al máximo los productos que contienen más "dañino"como grasas"trans", grandes cantidades de azúcar o sal.

6. Moderación

No es necesario llenar el carrito de la compra hasta que reviente. No es necesario tener la despensa o el frigorífico llenos. De hecho, cuanto más lleno esté el frigorífico, más electricidad consumirá. Incluso cuando vamos a un restaurante, no es obligatorio volverse loco por All You Can Eat o comer pizza, más cerveza, más dulces, más café y amaro. La moderación es la clave tanto para mantener nuestro peso dentro de los límites como para evitar desperdiciar alimentos innecesariamente.

7. Cuidado con las sobras

No es bueno si en cada comida nos sobra algo que acaba en la basura. Siempre que sea posible, siempre tratamos de cocinar y preparar los alimentos en las cantidades adecuadas. Si sobra, siempre podemos guardarla en la nevera y consumirla a los pocos días. O incluso podemos congelar las sobras y usarlas más tarde. No hay nada malo.

8. Abono

El compostaje doméstico nos permite reciclar los residuos del jardín y la basura orgánica de la casa para transformarlos en “compost”, es decir, una tierra blanda y fértil, muy útil para cultivar el jardín de forma natural. ¿Cómo hacer? Comprar un compostador de jardín o un compostador doméstico.

9. Respeta la comida

La comida ha sido un elemento de unión desde la antigüedad. Conocer los alimentos, su historia y sus productores nos puede ayudar a ser consumidores más conscientes.

10. Apoyar a los productores locales

Comprar productos locales ayuda a la economía y a los propios productores. Esto también nos ayuda a reducir parcialmente la contaminación del transporte. Cada pequeño paso ayuda a combatir la contaminación.

11. Elige el pescado con cuidado

El bacalao y el atún se encuentran entre los pescados más explotados mientras que otros, como la caballa y el arenque, son mucho más abundantes. Debemos orientar nuestra dieta hacia aquellos peces que no se encuentren en peligro de extinción y que no requieran de un cultivo intensivo. Desde un punto de vista nutricional y saludable son excelentes alimentos.

12. Usa menos agua

El agua es vida y es esencial para producir los alimentos que comemos todos los días. Reducir el desperdicio de alimentos también le permite reducir los desechos y el consumo de agua. También podemos actuar acortando la duración de nuestras duchas, cerrando el grifo mientras nos cepillamos los dientes y con muchas pequeñas acciones de este tipo. Incluso orinar en la ducha, por ejemplo, nos permite ahorrar agua de la descarga del inodoro. Y si multiplicamos esta acción por todas las duchas que nos damos durante el año, entendemos fácilmente que si todos lo hicieran, ¡el ahorro de agua sería increíble!

13. Cuidado con lo que acaba en la basura

Algunos desechos domésticos son peligrosos y nunca deben terminar en la basura ordinaria. Hablamos de pilas, pinturas, teléfonos, medicinas, cartuchos de impresora... Estos residuos pueden acabar en el suelo y en los procesos de abastecimiento de agua, dañando e incluso contaminando los alimentos que mañana acabarán en nuestras mesas.

14. Más legumbres y verduras

Las pautas para una alimentación saludable son muy claras. Deberíamos comer legumbres al menos 3 veces a la semana y deberíamos comer hasta medio kg de verduras al día (más otros 300-450g de fruta al día). Esto nos permite mantener una salud óptima y reducir el consumo de alimentos de origen animal que son los más contaminantes de todos.

15. Comparte

Es muy importante donar ese alimento o aquellos alimentos que de otro modo se tirarían a la basura. Hay algunas aplicaciones que también permiten a las tiendas vender sus productos caducados a precios reducidos para evitar tener que tirarlos.

Pequeños cambios en nuestros hábitos diarios pueden tener un gran impacto global. Tenemos que actuar. Debemos detener la pérdida y el desperdicio de alimentos. Por las personas y por el planeta.

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